Visitar este bar es toda una experiencia.
Situado en la mismísima entrada de Alfacar, este bar casi centenario, atiende a los más madrugadores prácticamente todos los días del año.
Pocos sitios puede haber que se mantengan como antaño a estos niveles, pues tanto la decoración como los precios no han variado en décadas.
Plaza Flor de Cuba
La plaza Flor de Cuba es uno de los sitios más emblemáticos de Alfacar. Antiguamente había una pequeña fuente que fue sustituida por el Monumento al Donante de Sangre, un tanto polémico por su desafortunado diseño y la postura de la figura, que no lo hace del gusto de muchos de los vecinos de Alfacar y que será motivo de otro artículo en esta página. Pese a todo, su autor fue uno de los artistas granadinos más laureados de nuestros tiempos, que desgraciadamente falleció hace poco tiempo.Como curiosidad, cabe destacar que el bar no recibe el nombre de la plaza donde está, sino al contrario. Esto nos puede dar idea de cuánto tiempo lleva este local atendiendo a quienes se dejan pasar por allí.
Los fundadores de la casa tuvieron vínculos con la antigua colonia española y, a su retorno a España, establecieron su negocio en este lugar y lo llamaron de esta forma tan peculiar.
Especialidades
La especialidad del local es su afamado licor de pasas, de elaboración casera, servido en copa de chupito y que se puede degustar a cualquier hora del día.También son famosos los desayunos, con uno de los mejores cafés del pueblo y tostadas tan grandes que se salen del plato.
Ambiente
Hay quien dice que entrar en este local es como viajar al pasado, a aquellos bares de pueblo de la España profunda, en la segunda mitad del siglo pasado, donde los clientes observan con desconfianza a los forasteros que entran en su territorio. Pero nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que la decoración invita a pensar esto, en cuanto se entabla conversación con los regentes del local, desaparece totalmente esa sensación.El ambiente es muy campechano y los propietarios son personas que atienden con gran amabilidad y un trato cercano. Por lo general, la clientela es gente del pueblo. Tanto es así, que se puede decir que los clientes fijos acuden de generación en generación. Señal inequívoca de que merece la pena visitar el lugar.
Horarios
Es el local que abre más temprano. Sobre las seis y media de la mañana. A esas horas, la barra la llenan los panaderos y otros trabajadores que buscan un lugar abierto para comenzar con energía la jornada que se les presenta. Conforme avanza la mañana, todo tipo de personas y de todas las edades, asoman para desayunar o tomar uno de los licores o bebidas que tan famoso han hecho al bar.A partir del mediodía, lo más común son las cervezas con su respectiva tapa (escueta, pero barata), hasta la hora de cierre, a las 14 horas. No se puede considerar un bar de tapeo, pero sí como un sitio barato donde refrescarse antes de almorzar.
Por la tarde, a partir de las 17 horas, el bar reabre sus puertas para aquellos que se quieran tomar un buen café o unas copas a un precio sin competencia, hasta que cierra sus puertas aproximadamente a las 20 horas (en horario de invierno) o a las 21 horas (en horario de verano).